LAGRIMAS.
Lágrimas, expresión de un sentimiento, de una emoción, pero
de tantos colores, con tantos significados diferentes.
Lágrimas de dolor, de rabia, lágrimas de compasión, de
alegría, de pena, lágrimas de generosidad, fingidas, puras y limpias…, lágrimas
de cocodrilo, lágrimas negras…, silenciosas, torrenciales.
De cualquier forma, sea cual sea el motivo y la razón, son
pequeñas gotas orgánicas, que se desprenden, brotan del interior de los ojos y
resbalan por las mejillas, imparables…
A veces desahogan, y a veces ahogan.
Saladas, dulces, hirientes, reconfortantes, transparentes,
negras, cristalinas, dolorosas, terapéuticas, puras, engañosas, inocentes,
fingidas, condicionadas….
· LAGRIMAS DE VIDA.
Si hay unas lágrimas sin
condición, iguales para cualquier situación económica, cultural y social, son
estas.
Sin sentimiento aparejado, sin
emoción, pura reacción física, que da la bienvenida a la vida, abraza la
autonomía personal, supone la liberación de ataduras, y a la vez, el comienzo
de la condicionalidad.
A partir de ese momento, cada
lágrima estará supeditada al lugar, a la situación, a nuestras decisiones, a
las decisiones de los que nos rodean, a nuestro carácter, pero esas son libres,
pura acción-reacción, pura física, puro impulso de vida.
Aquí estoy calentita,
suspendida en un fluido acogedor que me protege, a oscuras, libre de ruidos
estridentes, aunque te oigo a ti, siento tus caricias, tus emociones, pero me
saben a música suave, lejana, que no perturba mi paz.
Me quedo dormida sintiendo tus
latidos, y me das de comer sin pedirlo, no se aún que es el frío, ni el hambre,
ni el miedo, tú me haces sentir en una nube acolchada, este es mi universo,
pero algo me dice que no es eterno, siento que crezco cada día, y cada día este
universo es más pequeño para albergarme, algo me dice que debo salir, a
sabiendas que lo que me espera fuera es todo duda, pero inevitable…
Comienzo a ahogarme, se me
queda pequeño mi palacio de cristal, y siento que las paredes se van
resquebrajando, necesito más aire.
No sé qué me está pasando,
aquí soy feliz, pero algo me está llamando fuera, tira de mí, algo
terriblemente fuerte me atrae, pero tengo miedo….
Ella es mi todo, pero noto que
está cansada, se acaba de tumbar, y siento que algo le duele, me está tocando,
creo que soy yo, le puedo estar haciendo daño?
No me quiero ni mover, pero no
me puedo estar quieta.
Y de pronto, algo se ha roto,
entra un haz de luz, aquí, en mi cuna, y siento que ese fluido acogedor se
escapa, se va vaciando y siento frío, tengo miedo…
Tengo miedo, pero quiero
salir, me ahogo…
Ella comienza a gritar, que le
ocurre?
Alguien empuja mi cuerpo hacia
una salida, y de pronto algo me sujeta la cabeza, tira de mí, por favor parad,
siento que mi cuello se va a romper, por ahí no quepo, parad, por favor.
Pero no hay parada posible, es
como un torrente de fuerza que me empuja, ella también quiere que salga de ahí.
Ya no me quiere?
Estoy confusa, estoy perdida,
tiemblo de miedo y frío. La luz
me ciega, me abruma.
Y ahí voy, como un ciclón,
unas manos me frenan, me cogen, y me ponen en tus brazos, pero aún me ahogo, me
falta aire…
De pronto siento un golpe
enorme en mi culo, y ahí está, mi
llanto, mis primeras lágrimas, respiro, estoy viva.
Mi piel comienza a captar el
alrededor, mis oídos oyen, mi madre me llama, me quiere abrazar.
No sé dónde estoy, pero ella
está cerca, y algo me dice que a su
lado, estoy protegida, que sus brazos no me soltarán en toda la vida, y siento
mis primeras lágrimas correr por mis mejillas, son agradables, el golpe me ha
dolido, pero me ha traído a la vida, ha abierto mis pulmones, estoy viva,
gracias a ti, madre, mamá.
Me has dado la vida, me has
acogido y creado en tu propio ser, y ahora sé que vas a cuidar de mí, no soy
nadie sin ti, pero sé que tú tampoco eres nadie sin mí. Tu amor en
incondicional, y estas lágrimas primeras de vida, de amor, son para ti, mamá.
Gracias mamá.
Ángeles Vela.