FINAL DEL FALLA.

El Jurado, como cada año, sentenció,  y como siempre para gustos colores.
Es imposible agradar a todos en una difícil decisión. El nivel de comparsa ha sido increíble.
Pero el veredicto está lanzado.
Finalistas...

Los Luceros, autor Chapa,  director. Ángel Zubiela. No puedo negar que aquí muero.

La Gaditanissima,  de Juan Carlos Aragon.
Pura delicadeza, exquisita, una nana para el espíritu.

Los Carnivales, de Antonio Martinez Ares. Para mí un poeta, magnífica cada letra.

El Marqués de Cadiz, Carapapa.

Comparsa burlona, pero con mucha clase, tal vez la sorpresa en la final, me alegro por ellos.

Exquisita letra. Esta que sigue.

La Manada quedó fuera, y me entristece,  pero así es la vida, aunque merece una reseña. Su director, Fali Mosquera, se deja el Alma sobre las tablas del Falla, pero este año no pudo ser.


Como cada año, mil polémicas acompañando el camino, duración del concurso, número de agrupaciones, los forasteros, etc..
Yo solo puedo decir,  bendito febrero, cuanta poesía hemos podido oír, sin laureles, para todos, universal, sin cánones,  y cuán bien cantadas.
No tiene precio este bendito regalo.
Y aún disfrutaremos de la final.
Y siempre nos quedará  Febrero.
Ángeles Vela.

CRISIS... ROBO.... MISERIA.

España va saliendo de la crisis.
UN CHISTE DE CARNAVAL.....
Ni en la mejor letra de una chirigota cabría esta frase.
Miseria, eso es lo que crece, trabajadores pobres, sin cotización.
Da igual el gobierno.
Adelantan las elecciones, y a quien votar, que de verdad nos saque del pozo.
Las grandes fortunas crecen , mientras la luz se paga a precio de oro, menos mal que en mi tierra el frío a pasado de largo, que si no a tortas nos tendríamos que calentar.
Pero pienso en ese Burgos, Leon,  el norte, que el frío arrecia, y encender la calefacción da un dolor de barriga.
Señores, ni derecha ni izquierda, ni Cataluña, ni Franco, ni el Valle, ni la Almudena,  ni la cuneta,  ni el fascismo.... la educación, la sanidad, la luz, las cotizaciones, las mujeres muertas a manos de bestias, la igualdad, la justicia, las pensiones, la objetividad, la vida digna, niños vestidos y alimentados, Reyes para cualquier niño, libros de texto imparciales,  comunidades hermanas, cariño,  generosidad, reparto equitativo de la riqueza.
Al final todos moriremos con lo puesto,  y esas fortunas imposible de gastar en vida, mientras hay trabajadores pobres, y lo peor, no trabajadores, llorando sangre para sacar a sus familias adelante.
Donde hemos llegado, donde queremos llegar....
Comencé en no creer en Dios, pasé a no creer en los políticos, de ningún lado , pero señores, pienso que ya lo último que me queda, es no creer en el hombre, en el ser humano.  Y hoy tiemblo al escribir esto.....
Pero lo escribo, no creo en nosotros, no creo en una solución,  no creo en nada.
MUY TRISTE, PERO REAL COMO LA VIDA MISMA.

Ángeles Vela.