NUEVAS DESAPARICIONES EN CUENCA, NUEVOS PARRICIDIOS.

Es muy difícil entender que un padre pueda matar a sus hijas, es algo inexplicable, pero ocurre.

Es algo que solo se puede combatir legalmente, endureciendo las leyes, con un control exhaustivo de los turnos de visita, cuando hay denuncias de por medio, incluso interrumpiéndolas, con órdenes de alejamiento vigiladas.

Lo que no puede ser que esas dos niñas hoy no estén entre nosotros.

Que lacra el maltrato de género, y siempre pierden los más indefensos.

Y ahora en Cuenca nuevas desapariciones, de nuevo con un maltratador involucrado.

No digo que sea el culpable, porque el caso está sin resolver, pero pinta mal, que el chico ya haya cumplido condena por secuestro y abuso a una chica.

Se que las condenas se pagan, y el delincuente se reinserta en la sociedad, pero son tantos los casos de reincidencia, que ponemos en peligro nuevas vidas.

Se que es un tema muy delicado, todo el mundo merece una segunda oportunidad, pero el riesgo es tan enorme, y las consecuencias tan graves, que el exceso de celo está justificado.

Solo puedo recomendar a las mujeres que denuncien, ante la menor agresión, física o verbal, denuncia y alejamiento.
Pero esto debe ir acompañado de reacciones inmediatas de los organismos pertinentes, las denuncias no pueden acumularse, y los padres seguir teniendo a los niños.
Medidas urgentes preventivas.

Y a las jóvenes, tienen que asumir que ponen sus vidas en peligro con amistades poco recomendables. Hay que extremar las precauciones, porque hay seres desalmados, deseando dar caza a su presa.

Y en caso de desconocidos, igualmente ser muy cautas.
Incluso llevar en el bolso algún medio de defensa personal, como algún spray, que pueda salvarnos la vida.

El peligro es nuestro, y nosotras tenemos que poner las primeras medidas.

En este último caso aún cabe que las chicas aparezcan sanas, mantengamos la esperanza, pero en el primer caso las niñas ya no volverán.

TODOS CONTRA EL ABUSO Y MALTRATO DE GENERO.

016. TELÉFONO DE AYUDA.