Translate

viernes, 5 de junio de 2015

DONACIÓN DE MEDULA:

Hoy voy a desnudarme un poco.

De pequeña he de reconocer que tenía pasión de padre, no se si todas las hijas tienen la relación que yo tenía con él, igual sí y mis circunstancias me han hecho idealizarlo.


Pero aún pensando esta opción, sigo deduciendo que no, porque además los que nos rodeaban me lo dicen.


Mi ilusión para estudiar era ver su cara de orgullo y cariño infinito cuando le entregaba las notas.

Esa cara para mí no tenía precio, siendo una mica, y en cada nota buena veía más cerca su alegría ese día feliz en la familia de recogida de notas.

Y nunca me faltó un regalo de compensación, ni una sola vez.

Y no pensar que eran grandes regalos, tal vez solo era ir a comer marisco, cosa que  a diario no podíamos hacer....
Pero ese día sí, toda la familia, pero era yo la que lo propiciaba.
El evento era por mí y para mí. Y cómo lo disfrutaba.
Lo acompañaba los sábados a trabajar, y recuerdo esos días felices, con él.

Y cuando no podía ir, lo esperaba, y al llegar tenía que ir a aparcar el coche a dos manzanas de mi casa.

Cuando llegaba pitaba, y yo bajaba a acompañarlo.
No había juegos, ni amigos, ni estudio, que me restara ilusión para esperar ese momento.

Era mi momento con él, luego llegaba a casa y era mi madre y mis hermanos, y la casa y contar su día, etc.

Pero ese momento de casa al aparcamiento y vuelta era nuestro momento, donde yo le contaba mi día, con mis minucias, pero para él y para mí, no había tema más importante que ese.

Hoy que se los problemas que traería él en su mochila y pienso como se evadía de todo y me escuchaba con tal atención, que parecía que mis problemas y anécdotas eran  lo único importante en la vida, aún me impresiona más.


Quería, y quiero a mi padre más que a nadie en este mundo.

Y  ahora se con el tiempo y la madurez, que tal vez cometió errores, tal vez no, los cometió, y no los voy a negar, pero si puedo decir que no menoscaba un ápice mis sentimientos.

Y en ese máximo de admiración y sentimiento, enfermó de leucemia, y dos años después con 39 falleció. tenía yo trece años.


Y pensareis porqué cuento esta historia....

Pues bien esta semana ha coincido que leído dos reclamos de trasplante de médula, de dos madres para sus hijos, y no he podido dejar de estremecerme.

Tras este suceso, me he informado, por primera vez, nunca lo había hecho.


Y todo lo que he leído me ha gratificado.

No tienes que donar directamente.
Te analizan tu sangre y te ponen disponible, y si alguna vez tu sangre es compatible con cualquier persona del mundo, te llaman para donar.
No donas gratuitamente, solo si ya se comprueba que eres compatible.

Y la decisión está tomada.

El próximo lunes voy a mi centro de donación, e inicio los trámites.

Y sólo puedo aprovechar esta vía para animar a todos a plantearse la opción.


Si una vida como la de mi padre se puede salvar,  no tendría palabras para agradecerle al receptor que lo consiga vencer.

Fijarse lo que digo la agradecida a la vida sería yo.

Y ese día, no quiero conocer la cara del salvado, quiero ver la cara de mi padre orgulloso de mí.


PETICIÓN DE DONACIÓN DE MÉDULA.


SI PODEMOS VENCER AL CÁNCER, QUE NO QUEDE POR NOSOTROS.



Ángeles Vela.






No hay comentarios:

Publicar un comentario