Poco a poco su altanería se va apagando, ya va denotando cansancio y preocupación, porque el cerco se va cerrando.
La presión de la justicia cada vez es mayor.
Pero a pesar de ello, se agarra a su puesto de Senadora como a clavo ardiendo, ella y todo su equipo se niegan a dimitir, pero tarde más o menos, llegará el día de la verdad.
Se abre parte del sumario, y por mucho que quiera negar, la evidencia se abre camino, imparable, inexpugnable, rotunda....
No se cuanto tardará la imputación, pero creo que la opinión pública ya tiene indicios y pruebas suficientes para ir creando su propio criterio y juzgarlos.
En su falla del alma, el caloret se apodera de ella, y se ve la decadencia de la prepotencia, ha tenido que cambiar los balcones municipales, por esconderse tras el visillo de su ventana.
Ángeles Vela.
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