Hoy hemos tenido comparecencia de los
directores y responsables de la compañía aérea.
Comparecencia pobre, sin
preguntas, que me hecho reflexionar acerca de mi postura inicial
acerca de la tragedia.
Al inicio de la lluvia de
información, y como iban reaccionando los responsables,y tratando a
los familiares, provocaron mi buena sensación
Unido a la reacción de Francia,
me sentí, dentro de la enorme pena, satisfecha en el sentido de que
por una vez una tragedia era tratada como tal, con transparencia,
responsabilidad, y humanidad.
La gran sorpresa viene cuando
todo da un enorme giro, y ya se anuncia de la voluntariedad de los
hechos por parte del copiloto.
Ahí ya, comienza a generarse en
mí la duda de una negligencia , como puede colarse una mente tan
trastornada, en los filtros de seguridad aérea.
Aún en ese momento, pesa más en
mí la unión y respeto que me transmiten las imágenes.
Pero hoy se ha destapado la
realidad.
Cruel ha sido el descubrimiento,
la compañía tenia noticias de una crisis grave psicológica en su
empleado y eso no frenó su posibilidad de seguir volando. No era una
noticia desconocida, y a partir de ese momento, según mi
humilde opinión, la compañía tiene responsabilidad directa en lo
que ha sucedido. Además de intentar ocultar o velar la realidad.
Lo siento de verdad, pero la
realidad es la que es, y enturbia totalmente la actitud de los
responsables.
Supongo que nada más lejos de la
decisión que tomaron de mantenerlo en activo, que el final fuera el
que ha sido.
Pero pusieron en manos de una
persona no apta la vida de 150 personas, es más que eso, no solo han
quebrado 150 vidas, han roto 150 familias.
Lo que ayer me provocaba respeto,
hoy me provoca rechazo.
Lo que ayer me parecía
transparencia, hoy me provoca recelo.
Mi mas rotundo rechazo a no
entonar el mea culpa. Un perdón que no traerá que la realidad
cambie, pero tal vez traería algo de consuelo.
SUSPENSO A GERMANWINGS.
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