Ya tenemos nombre, y por fin la izquierda parece que se une, tras una historia de fragmentación que nos trajo mucho dolor y derrotas, hoy parece que somos capaces de darnos la mano y aunar proyectos.
Yo me uno a la ilusión, y tengo esperanzas en la victoria, todos unidos podemos vencer los recortes, la corrupción, el despotismo de una mayoría absoluta cruel e injusta.
La solución solo puede pasar por el consenso, la unión, el diálogo, la discrepancia como inicio para el encuentro, y aunque pretenderán meternos miedos en el cuerpo, debemos confiar en que la coherencia se abra camino entre la injusticia vivida.
Hoy veo un rayo de esperanza, verde como mi bandera, verde como mi tierra, verde como los campos que nos dan de comer, verde como la naturaleza despuntando en la primavera, verde me suena a García Lorca, a independencia, a lucha obrera, a reivindicación, a salida del laberinto, a rocío al amanecer, a azahar y dama de noche regalando aromas de superación, de reconciliación, de futuro....
En mi anterior entrada os pedí algo en que todos cabíamos, votar y castigar la corrupción.
Hoy comienzo a implicarme, porque no hacerlo sería de cobarde, hoy pido un voto de izquierdas, un voto que nos devuelva la voz después de cuatro años mudos, cuatro años amordazados.
Yo apuesto por Unidos Podemos, yo apuesto por una fórmula nueva, de dialogo, de consenso, de unidad popular.
Ángeles Vela.
Al momento de leer tu texto pensé en escribir la desconfianza que me inspiran los "frentes populares" Ha sido la rabia y la esperanza que rezuma, y que leches, lo lindo que es tu escrito; que acabé delante de mis libros, delante del retrato literario de aquella España de hace 80 años, a la que parece que alguno quiere abocarnos a volver, Y lo está consiguiendo. Si para salir de este lodazal hay que apoyarse en un Frente Popular hagamos lo sin miedo, que no tengamos miedo les causa pavor a todos esos.
ResponderEliminarY con las consabidas Rosas, me voy a atrever a añadir un pequeño fragnento del "rebelde forjado" Arturo Barea...
"Habia muerto -como ella decía a veces- "uncida al carro", trabajando sin descanso hasta los setenta y dos años, dando de lado la fatiga que pudiera sentir(...) haciéndose cargo de los pequeños y del manejo de la casa, y hasta ayudándola económicamente(...)
Hubo una época mala, antes de que yo mismo llegase a mi relativa prosperidad, en la que mi madre y Concha tuvieron que aceptar ayuda de instituciones de caridad (...) Mi madre solicitó la ayuda de las monjas que regían el establecimiento no para ella, sino para que proporcionaran ropa a los nietos. Existía tambien una institución oficial llamada La Gota de Leche, donde las madres pobres pobres podían obtener leche gratis y asistencia medica (...) Recibían esta y otras caridades después de trámites absurdos, (...) Ninguno de estos requisitos hacia más agradable recibir la caridad, sino sentirse humillados.
Pero mi madre nunca se sintió amargada por ello. Su amargura la compensaba el orgullo de su ayuda y se aguantaba con las "cosas de la vida" como ella las llamaba con una resignación alegre y esperanza ascética."
Atruro Barea (La Llama)
El texto está escrito haciendo referencia a los tiempos inmediatamente anteriores a las elecciones que supusieron la victoria del Frente Popular. DE UNA VEZ POR TODAS TENEMOS QUE EVITAR QUE LA HISTORIA SE REPITA, Y ESTAMOS VOLVIENDO A VER LAS ESCENAS QUE NARRA BAREA, SI PARA EVITARLO HAY QUE VOLVER A CREER EN UN FRENTE POPULAR, BIENVENIDO SEA. ¡ROSAS!