250 EUROS DE MULTA A UN AGRESOR A UN GAY.
500 EUROS POR DEJAR UNA CAQUITA DE PERRO EN CORIA DEL RIO.
400 EUROS POR BEBER EN LA CALLE.
LA JUEZA NO VE DELITO DE ODIO.
TODOS LOS PODERES EN CONTRA DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO, DE ODIO, DE DISCRIMINACIÓN...
BASTA YA.
ÁNGELES VELA.
En los tiempos de Maricastaña (año 3 antes de Aznar), en pleno reinado del rey que rabió, la Villa y Corte tubo un alcalde que con su infiel concejal Matanzo, un carnicero que bien parecía haber salido de un sainete de Luis Moncin, acometieron en la empresa de limpiar la Capital del Reino de vagos, musiqueros, tanguistas y demás personas de mal vivir. Desmantelados los Servicios sociales, la única herramienta con la contaban estos dos era la porra de un pitufo y la libreta de multas de este... Que había un problema de ruidos en el centro, multa a los músicos... Respuesta de estos, le organizaron un macroconcierto en la calle con cerca de mil actuaciones. Que había un problema de marginalidad con los drogadictos, multa a aquel que tenia que robar para pagarse la galopada... Respuesta de estos, para que me dejen pincharme tranquilamente me meto en una boca de alcantarilla a pincharme extendiendo el riesgo de infecciones en la población.Que al señor obispo Suquia le molestaban los gays, la respuesta fue clara, multa y el precintado de todas sus sedes... Respuesta del colectivo, rotunda, cientos de gays se presentaron en la sede de la concejalía del tal señor Matanzo y le precintaron la concejalía. Y este fue el rocambolesco final de una ciudad, que lo fue.
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