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lunes, 26 de noviembre de 2018

LLEGO EL DIA.

Hoy he decidido tomarte de nuevo entre mis manos, sentir la tinta fluir bajo mi piel, y derramarla sobre un trozo de papel.
Aquí estamos de nuevo, unidos por un simple trazo, tan endeble como eso , y mas fuerte que 2 imanes que llaman a unirse.
Te abandone un día, nunca del todo siempre había una servilleta, un cuaderno, escritos inconexos, dispares, impulsos necesarios en cada situación importante para mi.


Pero algo me separaba de ti, se desvaneció la tinta, aunque sabia que volvería a ti, buscándote como el aire que respiro, sabia que volverías a ser mi tabla de salvación, sabia que algo, bueno o malo... quien sabe, me empujaría a tus brazos sin remisión, sin excusa posible.
Pues bien aquí estoy de nuevo rendida a tus pies, ante ti, y la hoja en blanco era inmensa, un abismo, por donde comenzar..
Te he sostenido en mis manos, y sola has comenzado a caminar, ya tienes vida propia, en profunda conexion conmigo, mi mente, mi espíritu y mis dedos, bailan un vals armónico, relajante. Te echaba tanto de menos, pero estabas lejos, muy lejos.
Las palabras fluyen sin descanso, no se sacia la necesidad de continuar, de descubrir , de contar, de sentir.
No se por donde me llevaras, tu mandas.
Cuando me pongo en tus manos, algo de mi oculto, tapado, emana como una fuente con caudal eterno.

JUNTOS DESCUBRIREMOS CAMINOS NUEVOS, BIENVENIDA AMIGA ESCRITURA.
Ángeles Vela.

3 comentarios:

  1. GRACIAS AMIGO. SIEMPRE ESTAS AHÍ.
    ES EGOÍSTA POR MI PARTE.
    PERO ME ALEGRO ENORMEMENTE.

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  2. No, no es egoísta. Ahora te dejo, que a las 8:30 he de coger un tren, y quisiera dormir un ratin... cuando vuelva te cuento... ¡Rosas!

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  3. Ya de vuelta retomo la conversación... Angeles, creo que todos necesitamos un espacio íntimo y sobretodo personal, en el que poder soltar libre de ataduras a nuestro yo más oculto. Ahora que por fin me he encontrado, o creo que me he encontrado a mi mismo, me he dado cuenta de lo importantes que pueden llegar a ser estos espacios: Hace años seria un diario, o un Cuaderno de dibujo en el que garabatear los instantes de cada uno. Un servidor no dibuja bien y mucho menos pinta... Y las letras, para que nos vamos a engañar, solo sabe juntarlas para ir, de forma decorosa, durante unas pocas frases... Afortunadamente cuando pongo el cerebro en modo fotografía veo el mundo de otra manera y son mil historias las que me sugiere cada objeto al verlo a través de un ojo mecánico.
    ¡Bienvenida al mundo de los instantes!

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