Tenía que caer y cayó, ha ganado tiempo por el beneplácito del aforamiento, pero finalmente el Tribunal Supremo decide en su auto investigar a Rita Barberá.
Y de nuevo comienza el circo.
Hoy tenía que asistir al Senado, y aparece en dirección a la estación para tomar el Ave, sin intención en principio de dimitir, y supongo que por petición del Gobierno, decide darse la vuelta y no acudir, pero sin que nadie diga ni pío sobre su futuro político.
Rajoy que se encuentra en actos de campaña, es preguntado por el tema, y no se digna ni a inmutarse ante tales preguntas, con el silencio y la indiferencia por respuesta.
Ante todo este espectáculo chulesco tenemos que oir al Ministro de Justicia, Catalá, dándole tregua y tiempo a Doña Rita, aplazando las consecuencias de su investigación por parte de la justicia a la apertura de juicio oral.
Todo esto mientras De Guindos intenta explicar lo inexplicable acerca del nombramiento fallido de Soria, con juegos de palabras entre concurso, concurrencia, capacidad, idoneidad...
El peso de la corrupción comienza a achicar al PP, que cada vez está más acorralado y cercado por sus propias mentiras y defensa a ultranza de los corruptos.
Me pregunto si Ciudadanos se siente orgulloso de los cambios que su pacto de regeneración con el PP están provocando en el Partido Popular, que son más bien nulos...
Ángeles Vela.
"Cuiusvis hominis est errare, nullius nisi insipientis in errore perseverare"
ResponderEliminarCiceron
(cualquiera puede errar pero solo el necio persevera en su falta)